DÍA XI.
Súplica:
Que la misericordia divina nos perdone el mal que
hayamos hecho con nuestra maledicencia.
CARIDAD DE SAN JOSÉ EN SUS PALABRAS.
¡Oh! y
qué edificantes ejemplos ha dejado la Sagrada Familia en cada una de aquellas
conversaciones que, en horas de descanso, le proporcionaban un grato solaz. Se
hablaba allí del prójimo, es verdad; pero con qué exquisita bondad. Si por
acaso llegaba a oídos de José un hecho desagradable y humillante.... ¡cómo excusaba
al culpable!; ¡cómo se reducía a llamar aquella, falta “momento de debilidad”
!, ¡cómo procuraba al mismo tiempo la manera de hacerla olvidar; y sobre todo
cómo rogaba a Dios por aquella pobrecita alma extraviada!
Aseguran algunos Doctores de la Iglesia que José tuvo la piadosísima costumbre de guardar en su
memoria todas las acciones del prójimo dignas de elogio para acrecentar, al
referirlas la buena opinión que ya se tenía de los que las ejecutaban.
Propósito: ¿Y no lo
puedo yo hacer de la misma manera?... Oh
caritativo José, curad mi espíritu de la propensión que siente a la crítica, a
los juicios temerarios, a pensar mal de los otros. Ayudadme a encontrar siempre
razones para excusar sus debilidades; y, sobre todo para esmerarme en dar a
conocer el bien que hacen las personas que me rodean.
Pensamientos piadosos Para el mes de
Marzo.
SR. PBR0. GERARDO HERRERA
Cura. Párroco de San José. (1893).
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