Vistas de página en total

jueves, 11 de octubre de 2018

EL MODELO Y PATRÓN DE LOS ACÓLITOS.




SANTO DOMINGO DEL VAL

   Santo Domingo del Val es el modelo y el patrón de los Acólitos.

   Nació en Zaragoza el año 1243, y desde los primeros años mostró su inclinación a la piedad y a la virtud. A los seis años entró a servir al Señor en la iglesia Catedral de la Seo, como infante de Coro.

   Entre todos los infantes se distinguía por su modestia, por su inocencia y por su piedad. A cuantos le veían arrodillado ante el altar, embelesaban aquél su modesto continente y el devoto recogimiento con que asistía a las santas funciones. Bien se conocía que su espíritu angelical hallaba sus complacencias en el servicio del Señor. Gozaba en cantar las divinas alabanzas, y su voz dulce reflejaba a la vez el candor de su inocencia y el amor divino que le abrasaba.

   Su piedad en los divinos oficios, su asiduidad en la iglesia y su caridad para los pobres desamparados atraían sobre Dominguito las miradas de todos. También atrajeron las de los judíos, que al reparar en él le cobraron odio y le escogieron como blanco en que ejecutar los criminales designios de odio contra los cristianos.



   Era un día del mes de agosto. Concluidos los divinos oficios, Dominguito regresaba de la iglesia a su casa, cuando de improviso se apoderaron de él unos judíos, le llevaron a su reunión y allí le martirizaron. Le arrimaron a una pared y renovaran en él la Pasión del Divino Redentor: le crucificaron, traspasándole con clavos los pies y manos; le abrieron el costado con una lanza, y cuando hubo expirado le enterraron a orillas del Ebro.

   Mas el cielo glorificó con prodigios al Santo Mártir. Su cuerpo fué descubierto milagrosamente y trasladado en triunfo hasta la santa iglesia Catedral.
   Desde entonces se le da incesante culto en su santa Capilla, y especialmente es venerado por los Infantes de Coro, que le tienen por Patrón. Su fiesta se celebra el 31 de agosto.


   Aprende tú de tu Patrón Santo Dominguito a ser bueno, a amar las cosas y funciones de la iglesia, a estar en ella con devoción y compostura.
Como tu Santo Patrón, sé muy devoto de la Santísima Virgen y no te olvides de visitar a Jesús Sacramentado. . .

Así el buen Jesús, a cuyo servicio te quieres consagrar, te bendecirá en esta vida y te dará una gran recompensa en el cielo.

  
ÁNGELES DEL ALTAR
Gregorio Martínez de Antoñana, C.M.F.
Censor de la Academia Litúrgica de Roma (1957).


No hay comentarios:

Publicar un comentario