LA CASTIDAD ES UNA VIRTUD VIRIL.
Por Sor Clotilde García
La castidad es una virtud que
dimana de la virtud cardinal de la templanza, por la cual el hombre respeta las
Leyes impuestas por el Creador en la generación.
A.- La castidad es para
todos. La castidad es una
virtud moral cuya práctica rechaza al pecado capital de la lujuria, siendo por
ello fundamental en la estructura espiritual del ser humano.
1.- La castidad para los
esposos, porque, aún dentro de la libertad
de su entrega, tienen limitaciones impuestas por Dios y por la misma naturaleza
y porque, una vez casados, no tienen derecho a desear o mirar indebidamente a
alguien que no sea el propio cónyuge. Preciosamente expone la Castidad Conyugal
el Papa Pío XI en su
Encíclica “Casti
Connubii” (21): "Hasta
las mutuas relaciones familiares entre los cónyuges deben estar ordenadas con
la nota de la Castidad, para que el beneficio de la fidelidad resplandezca con
el decoro debido , de suerte que los cónyuges se conduzcan en todas las cosas
conforme a la Ley de Dios y de la naturaleza y procuren cumplir la voluntad del
Creador Sapientísimo y Santísimo, con entera y sumisa reverencia a la divina
obra".
2.- La castidad para los
célibes, entre los que incluyo a los viudos
de buena edad, tienen obligación de guardar Castidad absoluta mientras no
contraigan nupcias, y de huir de todo aquello que pueda conducirlos a faltar a
su estado.
3.- La castidad para los
consagrados a Dios, quienes tenemos perpetúa
obligación de guardar para siempre y en toda su plenitud la Castidad; ya que
voluntariamente nos hemos consagrado con voto al Señor.
Y porque la castidad obliga a
todos, San Agustín la compara a las variadas flores de un jardín: “El huerto del Señor es fecundo.
No sólo tiene rosas de martirio; tiene también lirios de virginidad, hiedras de
matrimonio y violetas de viudez.” (Sermón 304).
B.- ¿Es posible la Castidad? ¡Claro que sí es posible!:
1.- Dios mismo,
quien nos ha creado, es quien nos la ha impuesto sellándola con leyes
indelebles en la propia naturaleza;
2.- Cristo Hijo de
Dios, que es también Dios, nos dio ejemplo de virginidad y tuvo predilección
por las almas vírgenes como San Juan;
3.- Hay funciones
orgánicas indispensables como el respirar, comer, digerir, etc.; que el no
realizarlas causaría la muerte al hombre. Pero jamás hemos visto morir, ni
siquiera enfermar, a alguna persona por no realizar el apetito de la carne;
antes al contrario, las almas vírgenes presentan en su rostro una expresión
singular y sus nervios y facultades superiores se encuentran en perfecto
equilibrio; y si algunas dieran otra impresión, no es porque la castidad
perjudique, sino porque, aunque vírgenes, a veces no han elegido con acierto su
vocación o no han amado con ardor su ideal de Vida Consagrada.
C.- ¿Cómo guardar la
castidad? Usando de todos los medios que da Dios,
la naturaleza, la sociedad...
1.- Medios naturales:
a) recto criterio;
b) firme voluntad;
c) apasionamiento
por un ideal sublime;
d) constante
laboriosidad;
e) la entrega
amorosa al cumplimiento del deber;
f) combatir la
tristeza y el tedio, fruto de una vida sin Dios y sin ideales;
g) austeridad y
amor al sacrificio en la vida diaria;
h) buscar, asistir
a diversiones que tonifiquen, que eleven y que, cuando menos, sean indiferentes
y no nos conduzcan o empujen, de alguna manera, al pecado;
i) escoger siempre
buenas lecturas. La vida es tan bella, tiene
tantas cosas lícitas que nos proporcionan alegría y satisfacción y que, no sólo
no son pecaminosas, sino que nos libran de caer en el pecado, nos conforman en
nuestra alma y nos conducen al cielo. Todo depende de que sepamos ver y amar
rectamente la vida; ya que a veces el mismo sufrimiento nos motiva a vivir,
siempre que se sepa ver a Dios en toda la cosas.
2.- Medios sobrenaturales:
a) la oración;
b) frecuencia, de
Sacramentos;
c) presencia de
Dios;
d) Santo Temor de
Dios;
e) cultivo de las
virtudes teologales;
f) mortificación
de las pasiones;
g) ejercicio de
las Obras de Misericordia.
Sin
estos medios nadie, absolutamente nadie, puede ser casto;
sin llevar a cabo estas orientaciones, no es posible guardar la
Castidad. En cambio, quien
toma estas prácticas y lucha con ellas, alcanza la Gracia de Dios y
por ello llegará a ver en el sexo algo optativo y jamás necesario.
Claro
que como el mundo vive al contrario de todo lo expuesto, no guarda la Castidad
y para apoyar su licenciosa vida niega que otros la guarden.
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