Divinidad De la confesión.
El día de la resurrección,
Jesucristo se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: La
paz sea con vosotros. Y les, repitió: La
paz sea con vosotros. Así como mi Padre me envió, así os envió yo también a Vosotros. Y después que hubo pronunciado estas palabras, alentó hacia
ellos, y les dijo: Recibid
el Espíritu Santo; quedan perdonados los pecados a aquellos a quienes los
perdonáreís; y quedan retenidos a los que se los retuviereis.
Cuenta S. Mateo que Jesucristo
dijo a sus discípulos: Os
empeño mi palabra, que todo lo que atáreis sobre la tierra, será ese mismo
atado en el cielo; y todo lo que desatáreis sobre la tierra, será eso mismo
desatado en el cielo.
De aquí se infiere
que para perdonar o retener los pecados, para; atar o desatar las conciencias,
es necesario conocer las fallas que se han cometido. Y ¿cómo conocerlas sin la confesión? ....
Las palabras formales de Jesucristo establecen la confesión del modo más
claro y más evidente; esta, por consiguiente, es divina....
Por esto S. Pablo, escribiendo a
los de Corinto, les dice: Dios nos ha
confiado el ministerio de la reconciliación:(II, 18). Y él es el que nos ha
encargado a nosotros el predicar la reconciliación: (II. Cor., 19).
Si la confesión no reconociera una fundación divina, nadie se confesaría.
El uso de la confesión prueba la divinidad de su origen La confesión es un dogma católico fundado
en palabras precisas de Jesucristo: es la creencia de toda la Iglesia, de todos
los siglos, de todos los Padres, de todos los Concilios, de todos los Teólogos
y de todos los Santos......
Hasta el mismo famoso Voltaire
dice: La confesión es una institución divina que
sólo ha tenido principio en la misericordia infinita de su Autor; la obligación
de arrepentirse se remonta al día en que el hombre fué culpable; mas, para
manifestar arrepentimiento, es preciso empezar por declarar los pecados.
“TESOROS”
DE
CORNELIO Á LÀPIDE.
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