LUNES: MALDICIÓN
DE LA HIGUERA ESTÉRIL. JESÚS EXPULSA A LOS MERCADERES DEL TEMPLO.
San
Marcos 11.12-14
San
Lucas 19.46
¿Qué
celebramos los cristianos?
LUNES SANTO
Previo
al Vía Crucis que iba a sufrir y luego de dormir en el pueblo de Betania, Jesús
se acercó a una higuera que la encontró si fruto pese a tener hojas frondosas y
dijo a la higuera “Nunca jamás nadie coma fruto de tí”.
Después
de entrar al templo de Jerusalén, Jesús lo encuentra lleno de comerciantes a
quienes echa del lugar a latigazos diciéndoles: “Escrito está: Mi Casa es Casa de oración,
pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”.
Jesucristo: Concédeme un corazón sensible, generoso y valiente para ayudarte a
cambiar el mundo. Que quiera poner mi granito de arena en la construcción de un
mundo más humano y cristiano que te reconozca presente en la Eucaristía como
Dios vivo.
Muchos
intérpretes de las Sagradas Escrituras han interpretado el pasaje de la higuera
estéril como analogía al pueblo judío que rechaza a Jesucristo como Dios,
siendo un pueblo creyente y temeroso de Dios, con conocimiento y amplio respeto
por las leyes mosaicas, rechazaron a muchos profetas en la antigüedad
-incluyendo a Juan el Bautista- y tampoco aceptaron la divinidad de Jesucristo
quien leía en el Templo las Sagradas Escrituras y se reconocía protagonista de
dichos episodios que leía a través de los libros de los profetas, generando
escándalo y rechazo por parte de los sacerdotes y altos miembros de la
jerarquía eclesial de la época, pero también miles de seguidores en aquellos
que comprendían sus explicaciones y enseñanzas en el templo.
Para
muchos la higuera estéril es el pueblo de Israel que no cree hasta el día de
hoy en la divinidad de Jesucristo y sólo lo consideran un profeta, pero que,
según muchos santos de nuestros días, algún día dará frutos y ese será uno de
los signos de la proximidad de la segunda venida de Jesús.
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