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jueves, 17 de abril de 2025

SEMANA SANTA: JUEVES SANTO.

 


JUEVES SANTO: LA ÚLTIMA CENA. JESÚS PREDICE LA NEGACIÓN DE PEDRO Y LA TRAICIÓN DE JUDAS. INSTITUYE LA EUCARISTÍA Y EL ORDEN SACERDOTAL. LA ORACIÓN EN GETSEMANÍ.


San Marcos 14.12-25

San Mateo 26.20-35

San Marcos 14.32-42

San Mateo 26.36-46

 

¿Qué celebramos los cristianos? JUEVES SANTO: EL MANDATO DE AMOR FRATERNO, LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA Y EL ORDEN SACERDOTAL. LA AGONÍA EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ.

 

Después de la Santa Misa se celebra el lavatorio de los pies. Los cristianos acostumbran a recorrer las siete iglesias entre la tarde y la noche, recorriendo en cada una el Vía Crucis. El jueves y Viernes Santo son fiestas de guardar por lo que es obligatorio el asistir a la Santa Misa. En este jueves santo se recuerda la institución de la Sagrada Eucaristía, regalo del Cielo para los hombres. Cristo se queda entre nosotros en Cuerpo y Sangre para fortalecernos conociendo nuestra debilidad humana.

 


El momento de ofrecer su vida en remisión de los pecados de la humanidad se acercaba y era tan grande su Amor que, en su sabiduría infinita, encontró la manera de irse y quedarse al mismo tiempo. Él mismo irá al Padre, pero permanecerá con los hombres para siempre bajo las especies del Pan y del Vino que luego de la Consagración se transforman en Su Cuerpo y Su Sangre, Su Alma y Su Divinidad.

 

San Juan relata que Jesús lavó los pies a los discípulos antes de la última cena. Juan 13.1-20




Con ese acto les dio una lección de humildad y a todos nosotros nos dejó la lección de estar limpios en cuerpo y alma antes de recibirle en la Sagrada Eucaristía.

 

Ana Catalina Emmerich en su libro LA AMARGA PASIÓN DE CRISTO relata cada detalle de sus visiones sobre la Institución de la Eucaristía, y relata que luego de que Jesús le dice a su discípulo Juan quién es el que le va a entregar, le da a comer el Pan remojado en Vino a Judas Iscariote. En ese momento, habiendo recibido la Eucaristía en pecado entró Satanás en él y Jesús le dijo: “Lo que tengas que hacer hazlo pronto” saliendo Judas Iscariote del cenáculo a prisa. los discípulos creían que iba a hacer algún recado que Jesús le había encargado, sin embargo, su traición ya estaba próxima.

 


Luego de cenar salió Jesús con sus discípulos al huerto de Getsemaní donde fue a orar. La mayoría de ellos se quedaron en un determinado lugar mientras que Jesús se adentró en el huerto con sus discípulos Pedro, Juan y Santiago (hermano de Juan). Es aquí donde Jesús les dice a ellos tres “Quedaos aquí mientras yo voy allá a orar” y adentrándose en una especie de cueva muy apartada fue donde tuvo las visiones de todo lo que le acontecería: vio los pecados de la humanidad por los cuales debería sacrificarse (y que jamás había podido concebir en su santa humanidad), contempló con anticipación las almas que habían de condenarse y contempló la inmensa multitud de réprobos que serían condenados por sus pecados y se quejó amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.

En su tormento sudó sangre y fue atormentado por visiones del maligno que le tentaba una vez más para que desistiera de su misión.



También fue consolado por un ángel del Cielo quien le mostró la predestinación de aquellos que se salvarían mediante los méritos de Su Pasión y le consoló. Le dio de comer algo y le dio de beber de un Cáliz que llevaba consigo y dejándole desapareció (“La Amarga Pasión de Cristo” de Ana Catalina Emmerich).

 


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