DÍA XXV
Súplica:
Pedir a Dios que no nos permita pensar mal de
nadie.
VIDA HUMILDE DE SEÑOR SAN JOSÉ.
Esmerábase el
Santo Patriarca en agradar a Jesús y a María; sucedía con frecuencia que
una sonrisa de benevolencia recompensaba sus afanes y él entonces, enajenado de
gozo, bendecía la bondad de Dios que le daba un éxito feliz. — Ved allí la humildad. — La humildad no está en
decir que nada se ha hecho bien, sino en referir a
Dios el éxito y depositar a los pies de su Majestad los elogios que de nosotros
se hacen.
Sin el auxilio divino ¿qué cosa buena podemos ejecutar? Ninguna. Inteligencia,
miembros todo es dádiva de Dios.... ¡Ah! si en alguna
ocasión sois estimado, alabado, recompensado, alegraos; alegraos, sí, pero
imitad a Señor San José rindiendo gracias a Dios ... ¡Que abundante
paz cuando seamos vituperados o corregidos!... Siéntese pena, pero no inquietud y se dice: Mañana lo haré, mejor porque escucharé con más atención a
mi buen Dios.
Propósito:
Rezareis en
este día, con particular devoción el santo Rosario en, honra del Misterio de la
Anunciación a la Santísima Virgen.
Pensamientos piadosos Para el mes de
Marzo.
SR. PBR0. GERARDO HERRERA
Cura. Párroco de San José. (1893).
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