DÍA XIX.
Súplica:
Hagamos hoy nuestras oraciones unidos a Jesús,
María y José que oran en Nazareth.
INOCENCIA DE SAN JOSÉ.
Señor San José fué santificado antes de
nacer, y Dios que le tenía destinado para compañero de María, le inspiró la más
exquisita solicitud por la pureza de su alma; amó el retiro y la oración, llevó
una vida llena de penalidades y trabajos; sometió su cuerpo y su espíritu a la
voluntad ajena y, más tarde, casi no se separó un solo instante de Jesús y de
María.
Propósito:
A mi alcance
está obrar del mismo modo . . .
¡Oh inocentísimo José! os encomiendo mi inocencia.
Defendedla, guardadla tras los muros inexpugnables del retiro, de la oración,
del trabajo y de la sumisión: si dentro de este pequeño santuario la abrigáis
no llegarán a ella ni los mentidos goces ni los placeres inmundos de la tierra,
y podréis presentarla pura a Jesús y a María. Esta gracia os pido por la
festividad con que os celebramos, en recompensa de la comunión que acabo de hacer
y por el afecto que os tiene mi corazón en este día.
Procuraré
encomendarme con la más tierna piedad al Castísimo Patriarca en este día.
Pensamientos piadosos Para el mes de
Marzo.
SR. PBR0. GERARDO HERRERA
Cura. Párroco de San José. (1893).
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