8 de febrero
S. Juan de Mata,
Confesor
El mayor entre vosotros ha de ser
vuestro servidor.
(Mat. 23,11).
San
Juan de Mata, Presbítero y Confesor, que
fue Fundador de la Orden de la Santísima Trinidad, Redención de cautivos, y
durmió en el Señor el 17 de Diciembre.
Este santo es el fundador de la orden de la Santísima
Trinidad, destinada, al igual que la que más tarde fundó San Pedro
Nolasco, al rescate de los cristianos cautivos de los moros. Tan baja opinión
tenía de sí mismo y un respeto tan grande por el sacerdocio, que no consintió
en ser ordenado sino por obediencia a los insistentes requerimientos del
arzobispo de París. En el mismo día de su primera misa Dios le inspiró la
generosa resolución de trabajar para la salvación de los cristianos que gemían
en la esclavitud.
Oración: Oh Dios, que milagrosamente habéis instituido, por medio
de San Juan de Mata, la orden de la Santísima Trinidad, para el rescate de los
cautivos del poder de los sarracenos, haced, benignamente, que ayudados por sus
méritos y por vuestra gracia, seamos librados de la cautividad del cuerpo y del
alma. Por J. C. N. S.
—En Somasca, territorio de Bérgamo, el
tránsito de san Jerónimo Emiliano, Confesor,
que fue Fundador de la Congregación de Somasca; el cual, ilustre en vida y
después de la muerte, con muchos milagros, fue canonizado por el Sumo Pontífice
Clemente XIII y elegido y declarado por el Papa Pío XI universal Patrono ante
Dios de los huérfanos y de la juventud abandonada. Su fiesta se celebra el día
20 de Julio.
—En Roma, los santos
Mártires Paulo, Lucio y Ciríaco.
—En la Armenia Menor, el triunfo de los
santos Mártires Dionisio, Emiliano y Sebastián.
—En Constantinopla, el triunfo de los santos Mártires, Monjes del monasterio de Dío, los
cuales, por la defensa de la fe católica, y porque habían llevado cartas del
Papa san Félix III contra Acacio, recibieron muerte cruelísima.
—En Persia, la conmemoración de los santos Mártires, que en tiempo de Cábadas, Rey de
los Persas, por la fe cristiana fueron muertos con diversos suplicios.
—En Alejandría, el suplicio de santa Coínta, Mártir, en tiempo del Emperador
Decio, a la cual arrebataron los Gentiles, y, conducida a los ídolos, la
obligaban a adorarlos; mas rehusándolo ella con abominación, la ataron por los
pies con una soga, y arrastrándola así atada por las plazas de la ciudad, la
despedazaron con horrendo suplicio.
—En Pavía, san
Juvencio, Obispo, que trabajó valerosamente por el Evangelio.
—En Milán, el dichoso tránsito de san Honorato, Obispo y Confesor.
—En Verdún de Francia, san Pablo, Obispo, ilustre por; el don de
milagros.
—Junto a Muret, territorio de Limoges,
el tránsito de san Esteban, Abad, Fundador de la
Orden de Grandmont, ilustre en virtudes y milagros.
—En el monasterio de Vallehumbrosa, el beato Pedro, Cardenal y Obispo de Albano, de la Orden de
Vallehumbrosa, llamado el ígneo, porque pasó ileso por el fuego.
Y en otras partes, otros
muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
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